Partamos de una realidad insoslayable: Genaro García Luna está preso, acusado y declarado culpable de ser narcotraficante al amparo del poder ejecutivo encabezado por Felipe Calderón: Calderón, el muchacho alegre tuvo que abandonar a su familia para irse a esconder a España, paraíso de personajes non gratos. Otro hecho: Genaro García Luna después de publicar una carta en la que escribió: “Mi honor está intacto, yo no he cometido ningún delito”. Ya estará enterado de que los fiscales de Estados Unidos propusieron que la pena que le corresponde a quien fuera cómplice, jefe o achichincle de Felipe Calderón en el narcotráfico, sea la cadena perpetua.

Bien, pues este oscuro personaje, sacado de las más putrefactas prácticas de guaruras setenteros, en la carta citada escribió que, Andrés Manuel López Obrador y sus operadores políticos sostuvieron contacto con narcotraficantes para que actuaran como testigos en contra de Genaro García Luna quien agrega en su carta que esos mismos testigos imputaron al presidente de México de estar vinculado con el narcotráfico.

A ver si entendí: Genaro el narcotraficante, escribió que López Obrador el presidente se alió con narcos para acusarlo a él, a Genaro de ser narco; y que inclusive estos mismos testigos, aliados al presidente, también acusaron al presidente de ser narco.

Sin detenernos en la incongruencia; la pregunta obligada es: si Genaro es el super policía inteligentísimo, ¿por qué no presentó las pruebas de sus dichos al inicio de su juicio? De verdad ¿no le interesaba salvarse y de paso destruir a López Obrador cuando tuvo la oportunidad?  No dudo que quien crea las patrañas de esta carta sean los mismos que le besan el anillo al papa, pensando que así, entrarán al cielo de la mano de la Madre Teresa de Calcuta.

El mismo día cuando declararon culpable a Genaro García Luna, la Suprema Corte de Justicia en México, ya presidida por Norma Piña, descongeló las cuentas bancarias de la esposa de Genaro, quien publicó esta carta en la que, además de acusar al presidente de México, escribió que las reformas constitucionales, significan el desmantelamiento del poder judicial para beneficio de los criminales. Genaro escribe como si le estuviera pagando el favor a Norma Piña.

Genaro, el super policía, estando preso intentó sobornar con dos millones de dólares, a otros reos para ayudarlo a probar su inocencia. Este hecho influyó para que los fiscales de EU propusieran que la pena que merece Genaro, sea cadena perpetua, es decir, para los fiscales norteamericanos, este ex secretario de seguridad no es una persona que merezca nunca, la libertad, nunca.

Mientras que Felipe Calderón sigue escondido en España, sin poder luchar de frente, y no en redes sociales, contra la dictadura, ¿cómo que cuál dictadura? ¿A poco no saben que en México hay una dictadura? Yo tampoco lo sabía, pero eso no importa, mientras lo sepan los intelectuales orgánicos, es suficiente, para la porra de la derecha.

Bueno, mientras Calderón sigue en España es necesario revisar un hecho que nos sirve de insumo para este análisis: Andrés Manuel López Obrador cuenta con un alto margen de aceptación, lo que permitió que la próxima presidenta de México será una de las fundadoras de la Cuarta transformación. Juntos, Andrés Manuel y Claudia Sheinbaum, propusieron, convencieron y lograron que la mayoría de los votantes mexicanos hayan elegido el “Plan C”, como estrategia de cambio que afectará directamente, no a los trabajadores del poder judicial, sino a las personas juzgadoras en México a quienes no les ha parecido que se reforme la constitución y por lo tanto han organizado y perpetrado, acciones contra dichas reformas; tales como: manifestaciones públicas de los trabajadores a su cargo; paro de labores del poder judicial; sentencias para que el INE no reconozca la diferencia entre “partido” y “coalición”; sentencias para que el poder legislativo no legisle; entrevistas en medios masivos corporativos con la popular y carismática Norma Piña; estrategias de inconstitucionalidad, y las que se sumen, incluyendo el auxilio de Genaro García Luna y de otro personaje: el expresidente Ernesto Zedillo. Efectivamente, además de las personas juzgadoras se ha sumado, en contra de la reforma constitucional, el poder económico, el cual se benefició del FOBAPROA y que ha logrado la hazaña de hacer hablar a Zedillo, no sobre quiénes fueron los verdaderos autores intelectuales de la desaparición de Colosio, sabemos que Zedillo se benefició pero hasta ahí nomás; para los oligarcas dueños del dinero, es más importante que Zedillo hable en contra de la Cuarta Transformación y de las plagas bíblicas que nos caerán si se aplica la reforma al poder judicial.

Al expresidente Zedillo le han dicho de todo: caradura, hipócrita, malinchista, mosca muerta; adjetivos atribuidos por haberse expresado en público, y con enjundia, en contra de la reforma al poder judicial. Las palabras de Ernesto Zedillo provocaron un gran placer entre las personas que odian a López Obrador; en cambio, los dichos del expresidente causaron risa, burla, enojo y recuerdos muy dramáticos entre el mayoritario sector de la población, que aún tiene heridas no sanadas de lo que fuera el oscuro y sangriento periodo gobernado por el relevo de Colosio y repito: principal beneficiario de su muerte: el aspirantista neoliberal Ernesto Zedillo.

La muerte de Luis Donaldo Colosio, en 1994, provocó fracturas en diferentes dimensiones, la familiar sin duda fue una de las más dolorosas, aunque su hijo, el ahora diputado,  sea un aplaudidor de los nefastos intereses que le arrebataron a su padre, no deja de ser dramática la forma como se desintegró la familia de Luis Donaldo; pero no debemos dejar de lado las afectaciones sociales, políticas y económicas que provocó el magnicidio y en medio de esa crisis hubo pocos beneficiados, poderosos pero pocos, uno de ellos fue Ernesto Zedillo quien se convirtió en presidente de México no por ser un carismático candidato, sino por una planeada estrategia consensuada con los poderosos.

Después de ser presidente, Zedillo se mantuvo por décadas aislado de la política interior de México, sus opiniones en universidades extranjeras se limitaban, cuando mucho, a exaltar las fantasiosas ventajas de la globalización, pero sin inmiscuirse, simplemente se la pasó viviendo como cualquier estadounidense; pero él, siendo uno de los más incompetentes presidentes de México, disfruta del estilo de vida americano gracias a los beneficios personales que se ganó por aplicar el neoliberalismo en su máxima expresión, como ejemplo y para que nunca se olvide, Zedillo fue responsable del peor saqueo a la nación llamado FOBAPROA, que sigue siendo un lastre para el desarrollo de México.

Ante este marco histórico resulta relevante que el expresidente aparezca en un foro, al que también acudió Norma Piña, para expresarse, casi con rabia, contra las reformas al poder judicial

En conclusión:

Los lideres de la derecha y sus asesores, siguen con la necia postura de no respetar a la politizada y pensante gente que cuenta con credencial para votar; ya sabemos que las decisiones electorales no son importantes para los ejecutores de fraudes, pero… ¡por la madre del amor hermoso!, lideres de la derecha: ustedes que se hinchan de emoción cuando hablan del bien común, tengan tantita madre para elegir a sus embajadores, Genaro García Luna y Ernesto Zedillo no son referentes que les vayan a generar resultados favorables, eso hasta yo lo sé ¡carajo!

Asesores de la derecha: dejen de engañar a sus clientes, esa pobre gente no tiene idea de procesos políticos contemporáneos; dejen de estafarlos y así nos evitarían la enorme pena ajena de leer cartitas ridículas como la de Genaro o escuchar discursos mamones como el de Zedillo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *