Romeo y Julieta, Macbeth y Titus Andrónicus: tres obras emblemáticas de ese tal Shakespeare, son el motivo que une, de forma presencial, al público con la compañía teatral “Tres tristes tigres”.

En el escenario, una mesa de aluminio, es el espacio de acción de dos personas que usan cascos de ciclistas, rodilleras y botas de trabajo rudo, para preparar, con frutas y legumbres, los personajes de los dramas, que ese tal Shakespeare, escribió hace más de 400 años. En esta obra los ingredientes y utensilios no sirven para cocinar ni para alimentar al cuerpo; el alimento del espíritu es degustado en el acto mismo de la preparación, no hay algo que contagie más alegría que ver a dos personas adultas portarse como infantes, jugando a la guerra con berenjenas y chayotes para contar historias llenas de imaginación y evocación.

El autor y director de esta puesta en escena es también Adrián Vázquez, quien junto a la actriz Sara Pinet logran, con una enérgica presencia escénica, narrar las tres historias usando referencias actuales; un lenguaje coloquial, entre citas literarias; y un acercamiento a las circunstancias e influencias que motivaron a ese tal Shakespeare para escribir sus obras.

La obra está pensada para un público joven pero afortunadamente los creadores de esta original propuesta verifican, en cada función, que los seres humanos de cualquier edad podemos emocionarnos al constatar que aún somos capaces de crear mundos lúdicos y divertidos a partir de tragedias como las que nos heredó ese tal Shakespeare.

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