El diputado de Morena, Cuauhtémoc Blanco compareció de manera voluntaria ante la Fiscalía del Estado de Morelos, para declarar sobre la acusación que su media hermana presentó en su contra. El ministerio público no le permitió al exgobernador el acceso a la carpeta, pero el declaró que confiaba en la nueva fiscalía.
Se le acusa de haber entrado por la fuerza a la habitación de quien además de ser su pariente ocupaba un puesto de dirección en la Secretaría de Desarrollo económico de Morelos. Según la media hermana de Cuauhtémoc, ella vivía en el Palacio de Gobierno por invitación del ex gobernador y cuando ella trabajaba como directora en el gobierno morelense.
De acuerdo a la denuncia, los hechos ocurrieron el pasado diciembre de 2023 cuando se realizaba una fiesta en el Palacio de Gobierno. La denunciate afirma que Cuauhtémoc, alcoholizado, trató de someterla para abusar de ella.
Cuauhtémoc Blanco, al ser diputado federal por MORENA, es beneficiario del fuero constitucional que lo protege para no ser procesado penalmente mientras ocupe la diputación. Protegerlo de posibles represalias de sus opositores. Esto es lo que alega Cuauhtémoc a su favor, pero veamos:
El ex fiscal de Morelos Uriel Carmona, acusado de proteger a un feminicida, fue removido de su cargo por la actual gobernadora de Morelos. Días antes de dejar el cargo, armó una carpeta de investigación, tomando la acusación por abuso y solicitó el desafuero de Cuauhtémoc, en una evidente venganza política, lo cual no quiere decir que Cuauhtémoc sea inocente o culpable. Lo único que significa es que el ex fiscal Uriel Carmona no actuó conforme a la justicia; de lo contrario no hubiera esperado tanto tiempo en presentar el desafuero. El proceder de este nefasto personaje quien ocupó el cargo de fiscal por seis años, sigue marcado con el signo la corrupción.
Pero una cosa es la sistemática conducta corrupta del ex fiscal Uriel Carmona y otra la inocencia o culpabilidad de Cuauhtémoc ante la denuncia que presentó su media hermana.
El pleno de la Cámara de diputados sesionó el pasado 25 de marzo para determinar si se debía o no quitar el fuero a Cuauhtémoc, quien llegó al salón acompañado por el impresentable diputado Pedro Haces.
El caso dividió a MORENA. Las diputadas y los diputados, incondicionales del coordinador Ricardo Monreal y de su compadre Pedro Haces, votaron a favor del exempleado de Televisa, Cuauhtémoc Blanco; mientras que un grupo de 25 legisladoras decidieron actuar en congruencia con su ideología de género y en contra del fuero.
Previniendo la división y para asegurar que no se desaforara al exgobernador, se contó con una perniciosa alianza negociada por Ricardo Monreal, quien dice ser de izquierda, con la corrupta bancada del PRI, que todos los días y desde hace décadas, muestran ser un partido de derecha.
La votación final favoreció a Cuauhtémoc Blanco, quien conservó el privilegio del fuero gracias a 291 votos a favor, por supuesto incluyendo el suyo, y ahora sí envalentonado se dirigió a la tribuna para declarar no tener miedo y estar de frente dando la cara.
El caso sin duda pone en dificultades a la presidenta Claudia Sheinbaum quien es respetuosa con el poder legislativo, pero es claro que nuevamente tiene que salir a justificar la politiquería promovida por Ricardo Monreal y sus achichincles que lo único que provocan es dañar la imagen de la Cuarta transformación.
El caso atraviesa la columna vertebral ideológica de Sheinbaum: ¿Es tiempo de mujeres sin violencia o sigue siendo tiempo de machitos envalentonados como Pedro Haces, Ricardo Monreal y Cuauhtémoc Blanco?
Estoy completamente de acuerdo con la presidenta en que se debe evaluar y analizar el contexto político y sobre todo validar las pruebas para que no se cometa una injustica en contra de Cuauhtémoc, pero este diputado, recién afiliado a la izquierda, perdió una gran oportunidad de mostrarse como un verdadero líder congruente y lejos de aliarse con el PRI, debió pedir licencia a su cargo para enfrentar cualquier acusación, sin miedo y de cara al pueblo.
El domingo ya está convocada una manifestación feminista contra el autor de la «Cuahtemiña» único referente de éxito del ex gobernador de Morelos.
En conclusión:
La actitud mediocre, con evidentes rasgos de nepotismo y opacidad, que mostró Cuauhtémoc Blanco cuando fue gobernador de Morelos, no merecía ser premiado con ninguna diputación, mucho menos de MORENA. La acusación de su media hermana debe ser aclarada y sometida a la ley y a la justicia, para eso es necesario que sea atendida con profesionalismo y voluntad política, pero en manos de actores como Uriel Carmona, Ricardo Monreal, los medios chafas de comunicación, la nefasta oposición, la complacencia de los líderes de MORENA y la bancada del PRI, el tema se ha convertido en un caso más de confrontación por el amor al poder y al dinero.
La cuarta transformación rebasa al partido y a sus dirigentes, la historia de la izquierda en México es muy clara, cuando los partidos se corrompen como le pasó al PRD, surgen alternativas como MORENA para continuar con la lucha. ¿Valdrá la pena, arriesgar el legado de Andrés Manuel López Obrador para seguir tolerando a politiqueros priistas como Ricardo Monreal?
En mi opinión no vale la pena, pero dejemos al pueblo, único soberano de México, que sea quien evalúe y tome las decisiones.