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Cómo respuesta de la derecha, instalada en el poder judicial, ante la debacle de su candidata a la presidencia, la renegada panista Xóchitl Gálvez, se detonó una acción legal para impactar a la opinión pública con la noticia de una supuesta red de corrupción ejercida por el ministro en retiro, Arturo Zaldívar.

Después del fracaso de Xóchitl en el primer debate, en el que se evidenciaron las limitadas competencias de la también candidata del PRI, aparece con oportuno timing electoral una treta más de la guerra legal y sucia.

Un día después del debate, la Suprema Corte de Justicia recibió un documento anónimo en el que se leen diversas conductas por parte de varios jueces quienes, según el anónimo, fueron presionados por el exministro Arturo Zaldívar y el exconsejero jurídico de la presidencia de México, Julio Scherer Ibarra, quienes, supuestamente cometieron conductas corruptas para beneficiarse de poder y dinero.

Según el anónimo, son 70 impartidores de justicia que sufrieron la presión de Záldivar para resolver diferentes asuntos. Entre estos implicados está Felipe Delgadillo, quién dictó prisión preventiva a Rosario Robles; también se señala a Iván Aarón Zeferín Hernández, quien giró orden de aprensión contra el ex gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca.

La posible directora de esta orquestada maniobra puede ser la consejera presidenta de la Suprema Corte, la licenciada en derecho Norma Piña, quien no tardó en aceptar la denuncia anónima y por lo tanto mandar ejecutar la investigación o la venganza. De tal forma que el escrito de decenas de páginas que promueve la investigación, apareció en unas cuantas horas, con los pormenores ya analizados del escrito anónimo. Llama la atención que la misma presidenta de la Suprema Corte se preste o dirija acciones prontas y expeditas no contra supuestos corruptos sino contra personajes que no comulguen con retrasadas ideas conservadoras.

La ciudadana Norma Piña, quien trabaja de consejera presidenta de la Suprema Corte de Justicia, ha mostrado su resistencia a la Cuarta Transformación y que ella es una mujer con corazón, corazón rosa grabado con la “X” de Xóchitl y de Claudio X González.

Profundicemos: el interés de Norma Piña y sus secuaces no sólo es modificar la percepción social del electorado sino con eso frenar la necesaria reforma al poder judicial para detener la corrupción de jueces y ministros y por supuesto separar la presidencia de la Suprema Corte de su órgano regulador que se llama Consejo de la judicatura en el que también es presidenta la licenciada en derecho Norma Piña, es decir: la abogada es juez y parte en la administración de justicia de nuestro país.

La citada licenciada Piña, promueve, a partir de un documento anónimo, la investigación contra Arturo Zaldívar, la estrategia del Lawfare sostiene que “mientras son peras o manzanas” la calumnia surtirá efecto en el electorado fanático, y también en el desinformado.

Zaldívar, oportunamente renunció a ser ministro para sumarse a la campaña de la Dra. Claudia Sheinbaum con destino en lo que será la histórica primera presidencia femenina en México. Claro si los poderosos jueces del tribunal lo permiten por qué al parecer solo les quedará el recurso del llamado Lawfare para impedir el avance de la cuarta transformación. Este mecanismo significa usar recursos en apariencia legales para detener la democracia, o sea: un golpe de estado judicial.

Seguramente en los próximos días se verán los siguientes pasos de la estrategia: los medios de manipulación revelarán sospechosas filtraciones para reforzar la idea de corrupción que enlodará, no sólo a Arturo Zaldívar, sino con el, al obradorismo encabezado por la próxima presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

La denuncia anónima que aceleró Norma Piña alcanza al que fuera el asesor jurídico del gobierno de México, Julio Scherer Ibarra quien según el libro del periodista Hernán Gómez, es amigo cercano y cómplice de Arturo Zaldívar. Xóchitl Gálvez, como parte del plan, mostró como prueba de la veracidad de la denuncia anónima, el libro de su amigo Hernán Gómez. Como parte del plan de venganza, los pregoneros, al son tocado por los estrategas de Xóchitl Gálvez, exigieron que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea se separe de la campaña de Claudia Sheinbaum.

La corrupción en el Poder Judicial no es característica de todos los jueces ni de todos los ministros, sin embargo no puede taparse el brillo del dinero mal habido con ningún dedo, los hechos que han favorecido a unos cuantos privilegiados son muestra de que la justicia en México sigue siendo elitista y selectiva, es por eso que resulta urgente abrir el debate para realizar una profunda transformación que hoy es un factor de impunidad de los miembros del poder económico organizado para delinquir o evadir impuestos.

Para alcanzar esta reforma es necesario que la mayoría del poder legislativo estén comprometidos del cambio al poder judicial y para lograrlo, Andrés Manuel López Obrador ha propuesto el llamado Plan C que significa que los electores voten en mayoría no sólo a favor de Claudia Sheinbaum sino de todos los candidatos de la Cuarta Transformación. A diferencia del bando conservador que solicita a sus fans que sigan apoyando a finísimas personas como Ricardo Anaya , Alito Moreno, Marko Cortés, Francisco Javier Cabeza de Vaca, Lily Tellez entre otros personajes plurinominales que intentarán frenar el debate de la necesaria reforma al Poder Judicial, entidad que requiere urgentemente de un contrapeso para evitar que sigamos padeciendo la corrupción y la impunidad.

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