Claudio X González Guajardo, se refirió a la presidenta de México como “autoritaria”. A cambio, el hijo del dueño de la empresa Kimberly Clark, recibió por parte de Claudia Sheinbaum, una descripción que le caló hondo: Junior tóxico.
Claudio X González Guajardo, hijo del magnate Claudio X González Laporte, lanzó un rotundo: “Ya estuvo bueno” a la presidenta de México, a quien le escribió que, después de haber aguantado a Andrés Manuel López Obrador, a ella a la mujer presidenta, no le va a tolerar que le diga sus verdades.
Es una verdad legal que Claudio Xavier González Guajardo es hijo de su papá, el Ingeniero químico Claudio Xavier González Laporte, millonario presidente de consejo de la empresa Kimberly Clark de México, negocio dedicado a la fabricación de productos higiénicos y derivados del papel, como toallas femeninas, papel higiénico, cuadernos y pañales. Para contextualizar, es necesario recordar que esta empresa fue sancionada en el 2021 por la Comisión Federal de Competencia por coludirse con otras dos empresas para vender artículos a sobreprecio en 2011 y 2014, por lo que esta actividad ilegal fue identificada como el cártel del pañal. Otro hecho es que, Claudio X hijo, no ha trabajado en empresa alguna que satisfaga a la sociedad con un bien o un servicio, su actividad se ha dedicado a fundar asociaciones civiles que le han servido para obtener ingresos derivados de mecanismos fiscales deducibles de impuestos, en su mayoría de los amigos de su papa, también empresarios millonarios.
Claudio X, González Guajardo, expresó, en su álgida respuesta a la presidenta, sentirse muy orgullo de ser hijo de su papá, y señaló además que su carrera profesional, la realizó de manera independiente, no dijo de quién, pero infiero que se refiere a no haber usado los millones de pesos de su papá para pagar sus colegiaturas, pasajes, copias fotostáticas, tacos de canasta, gorditas de chicharrón o lo que vendan en la Universidad Tufts, escuela privada estadounidense ubicada en Boston Massachussets O tal vez Claudio X González, no Laporte, se refiere a que su paso por la Escuela Libre de Derecha, perdón de Derecho, la financió gracias a que vendía kleenex de menudeo a sus compañeros de clase.
Antes de continuar es preciso decir que consideraré la sensibilidad de Claudio X González y no lo llamaré junior; pero, como es importante evitar confusiones y distinguir al padre de su hijo, me referiré a Claudio chico, no como el junior, sino como Claudito, y entonces este análisis lo enfocaré, no en su condición de junior, sino en su personalidad tóxica. Veamos:
En relación con la actividad filantrópica a la que, según Claudito, ha dedicado su esfuerzo, es preciso exponer que el modelo de negocio que ha usado no es filantropía sino una actividad fiscal para evadir impuestos, me explico: en México, si una empresa entrega dinero a una asociación facultada para recibir donativos deducibles de impuestos, ese dinero se le restituye. Claudito dice que es filántropo por gestionar esta práctica, pero en realidad es un beneficiario de esta hipócrita práctica fiscal.
Otro mecanismo usado por Claudito es la creación de asociaciones civiles como la cuestionada “mexicanos unidos contra la corrupción y la impunidad”, que no se dedica a combatir la corrupción sino a combatir a sus adversarios políticos y por lo cual reciben dinero de organizaciones como USAID, organismo dependiente de la embajada de Estados Unidos.
Y si nos preguntamos por qué el hijo del dueño de Kimberly Clark, pseudo filántropo, hostigador de maestros, odiador de Andrés Manuel López Obrador y fundador de asociaciones civiles, tiene adversarios políticos la respuesta es que Claudito fue el encargado de sacar de la clandestinidad la alianza opositora PRIANISTA, la cual fue derrotada bajo la etiqueta de: Fuerza y corazón por México. Si consideramos los resultados políticos que ha logrado Claudito, no nos queda más que describir que el heredero de su papá ha sido un inepto en su actividad política, su aventura electoral logró con muchos millones de dólares, una de las más impactantes derrotas del sistema socialmente pernicioso llamado PRIAN, con la inútil colaboración del chuchismo perredista.
La estrategia de Claudito para ganarle a MORENA fue el uso de la calumnia como método y la mentira como sello de identidad de los neoliberales, quienes han mostrado que este mecanismo es tan nocivo que hasta ellos mismos se han convertido en las víctimas de su discurso, ya que, de tanto repetir sus afinadas falacias, terminan por asimilar sus mentiras como verdades, Así los hemos visto ¡asombrados! de que la sociedad en general no apoye sus causas.
Es notoria la forma ñoña en la Claudito, le responde a la presidenta a quien acusa de ser ella la junior porque según él, la presidenta debe separarse de las políticas públicas que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a ser uno de los líderes con mayor aceptación en el mundo. Ya parece que Claudia le hará caso, pues ni que fuera Xóchitl
En conclusión:
Ya estuvo bueno, Claudito, que te sientas filántropo, cuando en realidad no eres más que un aprovechado de los defectos del sistema fiscal mexicano.
Ya estuvo bueno, Claudito, de querer aparecer como un libertador revolucionario cuando a todas luces no eres más que el hijo de un millonario que se ha dedicado a jugar a la política, replicando las prácticas más nefastas del PRI y del PAN juntos, obteniendo resultados electorales, evidentemente fracasados. México requiere de una oposición seria, no la que tu encabezas, mejor ayúdale a tu papá en sus negocios, a ver si te deja.
Y por último Claudito: ya estuvo bueno, que uses recursos extranjeros para seguir golpeteando a tus adversarios políticos, amenazando siempre con la intromisión de tus abogados para, con la complicidad de jueces corruptos, usar el noble juicio de amparo en contra de los proyectos que benefician al pueblo de México.